Este post debí subirlo una semana atrás, pero no tuve mucho tiempo así que les cuento el maravilloso fin de semana que pasé en Valparaíso.
Fuimos con Diego el día domingo, queríamos comer rico, pasear y pasar tiempo juntos haciendo algo diferente. Nos despertamos tempranito, agarramos nuestras mochilas y hasta pronto Santiago!
Llegamos aproximadamente a las 11:30 de la mañana hora perfecta para pasear un ratito por la Feria, cachurear, y luego ir a almorzar.
Después de pasear, ya no resistimos las ganas de comer algo y fuimos directamente y sin pensarlo al Mercado El Cardonal. Decidimos almorzar en el lugar más lleno, porque nos dió la impresión de que sería buenísimo, pensamos que esperaríamos eternamente pero no, en 5 minutos se desocupó una mesa para nosotros. Cuando ví la carta quería todo, y no es mentira; camarones al pilpil, jardín de mariscos, camarones al ajillo, empanada de mariscos, ceviche, etcétera. OH DIOS MIO.
Diego y yo pedimos una empanada de camarón y queso, para esperar mientras llegaba nuestro plato fuerte, que para mí fué ceviche y para Diego congrio frito acompañado de puré.
DELICIOSO (también abundante)
La atención fue muy buena y rápida a pesar de que estaban llenos y con una fila de gente esperando para almorzar.
El restaurant se llama "El rincón de Pancho" 100% recomendable, con toda la onda de picada de Valparaíso, pintoresco, con gente tan buena onda, y precios muy convenientes (considerando que los platos eran grandecitos). Un gran aplauso para nuestros almuerzos que estaban riquísimos!
Para seguir con el paseo de día de domingo, nos fuimos a caminar con la guatita bien llena, paseamos por los cerros lindos y las calles colorinches; El día estaba buenísimo había un sol muy amigable y una brisa fresquita típica de playa.
Caminamos un par de horas hasta que llegamos a un cerro bonito (no recuerdo el nombre), habían puestitos con artesanías, muchos turistas, música en vivo al medio de la calle y un cafécito bien bien lindo con vista al mar, como ya empezaba a atardecer hacía un poco más de frío, entramos y aprovechamos de tomar té antes de volver al terminal para buscar bus de regreso a Santiago.
El café se llama "Café de Lukas", decoración muy linda y el lugar súper agradable. Pedimos una tetera para dos de té negro con naranja y unas cositas para comer (panqueques y una especie de kuchen), ahí estuvimos un buen rato conversando, escuchando la música y aprovechando lo último que quedaba de día.
Fue un lindo día, con harto paseo y perfecto para comenzar una nueva semana. <3
Que estén super! :)
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